Vuelve a ser domingo.
Vuelvo a echar de menos.
El pecho vuelve a notar presión
y ya no creo que sea el corazón.
Con todo y sin nada
me he dado cuenta
de que lo que tengo en esta coraza
no son trucos, es magia.
La semana vuelve con su desfile
de días y monotonías.
La semana empieza sin prisas,
con risas irónicas y rutinas.
Vuelta a las canciones
y conciertos en la ducha.
Vuelta a las acusaciones
de todos los madrugones
en los que nos despertamos solos.
Ya no me quedan verdades
que contar a los trobadores
para sus historias cantadas.
Ya no sé qué hacer
para superar los domingos
y mira que he intentado
y mira que he creado
y mira que he inventado.
-No hay forma de
sobrevivir a estos-
Malditos domingos.
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