jueves, 9 de marzo de 2017

Humildad.

Ya he sido muchas veces el protagonista,
de guiones asquerosos
de interpretaciones mejorables
de historias de mierda.

Prefiero actuar a oscuras
hacer actos 
y al encender la luz,
desaparecer.

-Sin más-

Y que el mérito se lo lleve otro.
Porque no me hacen falta muchas aprobaciones
para continuar y no parar
con lo que más me gusta.

Hago lo que hago
porque en vaso ahogo
pensamiento, ideas y desahogo.

Tras ver demasiados besos del horizonte;
del cielo y montaña.

Me he dado cuenta de que
hay tintas en cartas fusiladas,
en trincheras.

Ideas en un mundo asqueado.
Lleno de hipócritas
y vacío de humildes.

Hay libros que son tormenta,
y probablemente no sean,
porque a nadie le interese
un libro de nadie.

Por mucho que escriba para mí.
Por mucho que diga que me aborrecí.
Quiero compartirlo y poder decir que por fín amanecí.

Salir de aquí 
para encender 
de una vez entender
que las recompensas
solo las merecen quienes hacen méritos.

Busco, busco y no encuentro.

Busco canciones que me inspiren confianza,
canciones que me vuelvan cuerdo,
me hagan bajar de esta cuerda 
y me muestren realidades.

Busco poemas de mi interés,
poemas con los que me sienta identificado
y poder marcarlos 
como bote salvavidas.

Busco alguna musa que otra,
musa astuta con saña
capaz de despertar sin legañas
por haber tenido una noche loca de poesía.

Busco cosas que no encuentro,
cosas inservibles por mi conciencia.

Inspiración en bocanadas en las caras
de escritores y plumas enlatadas
con sangre por tinta sacada con palabras.

Otro amos de infancia que me haga feliz
de ser ignorante con perdón asumido
y mi acto esté justificado.

Nada encuentro.
Busco y busco y busco.
Y no encuentro nada y como siempre
mi madre lo encuentra y lo arregla todo.

Observo como ave insignificante 
con intención de sobrevivir y cazar al pez tolerante
porque seguro que lo entiende,
aunque luego lo olvide.

Juega a disfrutar la vida hasta que pierdo
y me doy cuenta de que esto no es un juego.
Le doy al replay y la retomo por donde iba ganando antes de perder.

Acabaré este poema sin saber lo que
concretamente busco y abruma mi ser
siendo incapaz de saber hacer finales
y menos felices.

Espera, espera, espera. Ahora.

Me atengo a mis alas de ave altruista.
Intento cazar presas
y sobrevivir para no ser comido 
por el cazador
sin escrúpulo de matar un ser 
que no hace otra cosa que vivir.

Vuelo por encima de sus cabezas
a la espera de que miren para abajo
sin ser grajo por encargo
aunque haga frío y tampoco
sea buitre empedernido.

Descanso
como gota de alma libre
y arma sin balas de atraco
a vida o muerte.

Espero
pero no desespero de la vida.
Todavía no lo encuentro 
por más corazones que siga rompiendo
y más películas de las que me crea
el único protagonista.

Me idealizan de absurdo
y no veo hora de actuar
para mostrar, cambiar
y callar
con palabras y no balas
su triste realidad.
Que más bien o más mal
es irreal.

Lunar incrustado en piel 
se mira sin tocar.

Alabanza gangrenada en ganas
de continuar adelante y ser excusa
pintada,
escrita,
hablada
y homenajeada
por grandes mentes.

Se sientan y duermen.
Es mi momento de atacar y devolver
sin revolver su masacre más cobarde.

Ahora, comienzo el vuelo.