domingo, 4 de mayo de 2014

Ahogado

Una soga, rugosa y de color marrón, colgaba en el desván el cual está arriba de la casa, donde ni los mas valientes se atreven a entrar. En ese desván, aparecen cosas que nadie quiere tener en su vida real, como políticos corruptos, desahucios, guerras en pleno siglo XXI o incluso un arte de matar animales con el que no estoy nada de acuerdo. Cuando le digo a la gente lo que hay ahí arriba, salen corriendo de casa, y no han vuelto todavía ni uno de ellos. Un día un hombre fuerte física y mentalmente, al que se le veía con mucha confianza en sí mismo, llamó a la puerta diciéndo que le habían contado lo que escondía en el desván, y lo quería comprar. Yo, incrédulo, acepté, pero me quedé con la intriga de que quería hacer con ello, así que le pregunté, y me dijo que cambiaría ese mundo del que nadie se atrevía a cambiar, tomando la iniciativa, y pensando por el pueblo en vez de en sí mismo, para que la gente volviese a creer en esa virtud del hombre, la de ser seres racionales.





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