lunes, 5 de marzo de 2018

Somos masocas pero no gilipollas.

Los que entráis en la vida de otra persona
para plantar alegría, bienestar y bondad.
Los que sois el arcoiris en la calma
y la tormenta de después.

A vosotros se os tendría que caer la cara de vergüenza
cuando desaparecéis de la manera en que lo hacéis
-sin ton ni son-

Porque nos abrimos a vosotros
después de tener miedo a que vuelva a suceder.
Tenemos la esperanza
-porque dicen que es lo último que se pierde-
de que seáis diferentes,
pero sois todos iguales.

Un robot haciendo de bufón
Siri en tu iphone.
Mismas apariencias.
Mismas intenciones.

Aprovecháis nuestra falta de fuerza
nuestra mente cansada y mareada,
para pasar el rato a nuestra costa.

En la arena veo escrito vuestros nombres
y me rodeo de la montaña para sentirme protegido.
Sois mediocres como pocos
y absurdos como muchos.

No nos hacéis falta, idos de una vez y no volváis.
No seáis crisis en ruinas.
No pidáis ni permiso ni perdón.
Idos de una vez porque cuanto antes nos dejéis caer
antes pasará el dolor, aunque duela más.

Tenemos personas firmes y no son militares.
Pero aún así vosotros aportábais cosas diferentes.
No sabéis lo duro que es el proceso 
de no volver a sentirse uno mismo,
de sentirse perdido,
de desacostrumbrase de vuestras costumbres.

La hostia de después duele demasiado
como para volver a abrirnos a otra persona.

Porque somos masocas, pero no gilipollas.


Resultado de imagen de desamor

No hay comentarios:

Publicar un comentario