domingo, 23 de noviembre de 2014

Ehh tu, ya sabes, sonríe

Ehh tu, ya sabes, sonríe. Cuando tengas algún problema, piensa en el emblema, aquel que hace que cada día, luches por aquellas chuches de cuando eras pequeño. Cuando le pedías dinero a papa o a mama para ir a la tienda de golosinas, coger las gominolas que tanto te gustaban, y cuando te decían lo que tenias que pagar, le soltabas todo el dinero de golpe, confiando en que el dependiente no te timara. Y mírate, hoy por hoy te cuesta confiar en la gente, por tanto ladrón de corazón que hay suelto. Pero ehh, no llores, solo dejaré que lo hagas, si es porque te estas descojonando por alguno de mis chistes malos. Solo tienes que mirar al frente, ver como fuiste de niño, ese ingenuo muchacho que era feliz con cualquier cosa, porque no había tenido vida para tener tantas cosas, y con lo mas pequeño, era feliz. Eso debes hacer, ser feliz con lo mas simple, con aquello que no aprecie nadie, solo tu, porque nadie mas sabrá la grandeza de lo que tienes. Y lo que tienes que hacer es emplear la palabra como arma y destruir a todos esos ladrones que intentaron robarte, pero no pudieron el corazón.

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